martes, 14 de junio de 2016

Mujer, Madre, Esposa, Ama de Casa.


Por: Sergio De la Cruz.

Hace dos días tuvimos una fuerte discusión. No tenía mucho de haber llegado a la casa, me encontraba cansado de los problemas del trabajo. Ya pegaban las 8 de la noche y solo quería sentarme en el sillón y ver la televisión. Al entra observe la casa en un desorden total, juguetes tirado en la sala, los trastes de la cocina apilados en una torre, la bebé lloraba y las niñas estaban viendo cosas feas en el celular.
Yo tan solo me senté en el sillón, encendí el televisor y le subí el volumen….
Tu me gritaste, no estaría mal que ayudaras un poco, yo pensé porque tendría que ayudarte si el trabajo de la casa y el cuidado de los hijos era tu responsabilidad, que no salía yo todos los días al trabajo y me mataba para traer el dinero a la casa, aun así, siempre te quejabas que no alcanzaba y encima me estabas pidiendo que te ayudará más. Esta discusión era habitual, era el pan de casa día, tu llena de coraje me gritabas y hacía como que no escuchaba, de vez en cuando te decía palabras crueles que te hacían llorar y provocaban que me dejaras en mi tranquilidad del televisor. ¡Eran tan común estas discusiones que es posible que me estuviera acostumbrando! 
Un día llegue a la casa y encontré a los niños recién bañados y jugando en la sala, él bebe dormía en su cuna, todo pintaba bien hasta que encontré la cocina hecha un desastre, pise un vaso e hice un tremendo ruido que desperté al bebe. ¡Mi esposa no estaba en casa! entre mí me dije dónde estará esta mujer que se cree ahora que venga le diré tantas cosas que no intentará volver hacerlo. Enojado tuve que tranquilizarme e ir con la nena, tuve que bailar, cantar, poner música para niños, y sin darme cuenta entre risa y risa, el tiempo paso, todos estábamos sudados así que fui a poner agua y todos los trastes estaban sucios así que me puse a lavar trastes, cuando termine ya los niños estaban dormidos la pequeña encima de una almohada en el piso y los más grandecitos en los sillones, pero como estaban llenos de sudor tuve que despertarlos uno por uno y bañarlos. ¡Cuando termine, me dolía toda la espalda y moría de cansancio!
Tanto fue así que prendí el televisor y ni cuenta me di cuando me dormí. Por la mañana los niños lloraban, observé el reloj y ya era demasiado tarde para ir a trabajar, entre a la cocina y solo encontré dos huevitos y algo de cereal, como pude le di desayuno a los niños, cuando terminaron la beba lloraba, había que cambiarla de pañal fui a la bolsa y solo había 3 pañalitos, como nos los lleve a la escuela tuve que ponerme a jugar con ellos y nuevamente quede súper cansado y lo que sigue de eso, ellos dormían y yo quería que ni un solo carro pasará para que no los despertará. De pronto me dio por orar hacía mucho tiempo que no lo hacía, lo primero que hice fue pedirle perdón por mi comportamiento, había sido tan tonto que no me daba cuenta de las necesidades de la casa, del enorme trabajo que realizabas en casa, aparte de todo siempre estirabas todo el alimento de la despensa y quizá en ocasiones te quedabas con hambre, no sabía que hacer dentro de mi corrían ríos de lágrimas, sentía que te perdía y era tan incapaz de hacer algo, termine de orar y me dormí, mañana sería un día nuevo.
Cuando me levante ya había desayuno en la mesa, los niños desayunaban, la casa relucía de limpia, recordé que la había limpiado por si regresabas, quería decir muchas cosas, pero me besaste y todo absolutamente todo se me olvidó, bastaron 2 días para darme cuente del cansancio del hogar y las necesidades de la casa, para saber que eres súper necesaria a mi lado y en la casa, para valorarte como mujer, como madre, esposa pero sobre todo entendí que sin Dios la vida que llevamos deja de ser vida ¡No sé qué harán ustedes, pero yo y mi casa serviremos a Dios!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay mucha literatura por leer bien bonita y te eleva el animo pero entre los hechos y las palabras un gran abismo. El hacer hablas que mil palabras al aire y al recuerdo olvidado entonces de nada sirvio el blog , la pagina, ...